Torpedos en Tassafaronga. «Aquí viene la venganza».

[Magirus_Deutz 8.786]

En el podcast oficial de World of Warships hablamos de la batalla naval de Guadalcanal. Una batalla enorme y crucial para la campaña, pero no la última. El tenaz Tanaka y sus DDs todavía seguían aprovisionando al ejercito en Guadalcanal. El «Tokio Express» debía se detenido y los americanos tenían la información de cuando iba a llegar. La emboscada fue dispuesta. Las fuerzas aliadas eran muy superiores. El enemigo estaba desprevenido. Sin embargo las cosas no salieron como fueron planeadas.

Situación

EE.UU y Japón se encontraban enfrascados en la lucha por la pequeña pero crucial isla de Guadalcanal. Su importancia estratégica radicaba en el aeródromo que se había construido en ella, «Henderson field». Los americanos habían desembarcado y tomado este punto clave y los japoneses trataban de retomarlo. Las dos flotas trataban de mantener aprovisionados a sus ejércitos y 5 grandes batallas navales ya habían sucedido. Con la de la noches del 13 al 15 de Noviembre siendo la más violenta y que habían determinado que las fuerzas más importantes japonesas se retirasen del teatro y abandonasen la idea de aniquilar a cañonazos a Henderson Field y sus aviones. Pero Guadalcanal debía seguir siendo abastecida.

Los Japoneses debieron renunciar a usar los transportes regulares ya que estos eran fácil presa de los aviones americanos. Se usaron submarinos, pero la capacidad de transportes de estos era bastante limitada. Así que recayó en el almirante Raizō Tanaka aprovisionar de alguna manera a las tropas. Este usó un método bastante heterodoxo. Una flotilla de destructores se acercaba con la caída de la noche a la isla, lanzaba los suministros en contenedores que flotaban hasta la costa o eran recuperados por nadadores, giraban 180º y volvían a máxima velocidad hacia su base. De esta manera, lograban bajo el amparo de la noche, entregar algunos suministros. No era lo ideal, pero se evitaba de esta manera el martilleo de los aviones de Henderson field.

La noche del 30 de Noviembre el «Tokio Express» emprendió una nueva corrida para hacer otra entrega. La fuerza de Tanaka, el «Escuadrón de destructores 2», estaba compuesto por 8 destructores. 2 fungirían como escoltas y 6 se dedicarían al transporte, sin llevar torpedos de recarga.

• Naganami (clase Yugumo)
• Takanami (clase Yugumo)
• Kuroshio (clase Kagero)
• Oyashio (clase Kagero)
• Kagerō (clase Kagero)
• Suzukaze (clase Shiratsuyu)
• Kawakaze (clase Shiratsuyu)
• Makinami (clase Yugumo)

 

Interrumpir el «Tokio Express»

Para los norteamericanos era claro que la clave de la supervivencia de las fuerzas japonesas en la isla era este servicio de entrega nocturna de Tanaka. Destruirlo era clave. Por eso cuando los criptoanalistas en Pearl Harbour lograron descifrar cuando se haría una nueva entrega, Halsey decidió mandar una fuerza a emboscarla esa noche.

Halsey, sin embargo, tenía poco con qué trabajar. Sus fuerzas de superficie habían sido muy vapuleadas por las batallas previas. No quería debilitar demasiado la escolta de los vitales portaaviones y tampoco podía usar los lentos acorazados de 21 nudos. Sin embargo habían llegado nuevos cruceros y se pudo ensamblar una fuerza considerable.

La task force 67 estaría al mando del, también, recién llegado Almirante Wright y sería compuesta por 4 cruceros y 4 destructores. A estos se le sumarían 2 destructores que escoltaban un convoy de regreso y Wright les ordenó sumarse a la columna. Quedó así.

Destructores: (Vanguardia)

• Fletcher (clase Fletcher)
• Perkins (clase Mahan)
• Maury (clase Gridley)
• Drayton (clase Mahan)

Cruceros

• Minneapolis (clase New Orleans)
• New Orleans (clase New Orleans)
• Pensacola (clase Pensacola)
• Honolulu (clase Brooklyn)
• Northampton (clase Northampton)

Destructores (Retaguardia, sumados en el camino)

• Lamson (clase Mahan)
• Lardner (clase Gleaves)

Es de notar que 3 de los destructores y todos los cruceros tenían radar. Lo que les daba una ventaja considerable en la oscuridad. Ni hablar de la ventaja que implicaban los cruceros. Las ordenes de Wright eran que no se disparasen torpedos hasta que él diese la autorización o fuese muy corto rango y con seguridad de identificar el blanco. También ordenó que no se usasen reflectores para iluminar barcos, por que la experiencia en todas las batallas nocturnas previas demostraba que quién prendiese los reflectores era acribillado. Previó, para compensar esto, que los cruceros lanzasen sus hidroaviones de exploración y que estos arrojasen bengalas sobre al área de combate.

Tanaka por su parte fue informado que se había detectado un convoy americano cerca. El correctamente infirió que si había un convoy seguramente habría una escolta y que había chances de encontrase barcos enemigos. Por lo que instruyó a sus capitanes que ni bien viesen barcos enemigos se olvidasen de los suministros y entrasen en combate.

Un encuentro en la oscuridad

El 30 de noviembre Tanaka empezó la última parte de su recorrido y a las 21.40 avistó la isla de Savo, la entrada occidental al «Iron Botton Sound». Desde el otro lado entraba Wright para emboscarlos en la oscuridad. Ambos avanzaban en columna.
A las 22.40, se acercaban al área de descarga y Takanami se ubicó abierto para cubrir la entrega de suministros. La oscuridad reinaba ya que la luna no había salido todavía. Los americanos guiados por su radar se acercaron para el combate, mientras los japoneses se preparaban para descargar los tambores al agua.

Apenas pasada las 23.00 los destructores de vanguardia fijan en sus radares a la flotilla de Tanaka, que se aproxima, y piden permiso para lanzar torpedos. La columna japonesa, avanzaba pegada a la costa en sentido contrario, y ya estaba en posición óptima para un ataque sorpresa con torpedos. Esto llegarían perpendiculares a la línea japonesa. Sin embargo Wright no los autorizó. Paso el rato y les informó que la distancia era muy larga. De hecho la distancia era menos de la mitad del alcance máximo de los torpedos. En palabras del oficial ejecutivo del Fletcher «era la cosa más estúpida que hubiese escuchado».

Las columnas comenzaron a pasarse en la oscuridad. Los americanos ansiosos por empezar el combate, los japoneses ignorando lo que les apuntaba. Pasaron minutos hasta que Wright finalmente fuese convencido y diese la orden de disparar torpedos. Pero el tiempo perdido había cambiado las cosas. Ahora los DDs japoneses habían pasado la vanguardia de destructores americanos y los torpedos debían recorrer más distancia y llegar en un ángulo oblicuo. Corriendo de atrás a los destructores japoneses, lo que los hacía mucho más fácil de esquivar. Sin embargo los 3 destructores con radar de la vanguardia dispararon sus torpedos. Inmediatamente Wright ordenó a los cruceros abrir fuego (arruinando la parte de sorpresa del ataque de los torpedos). Los destructores de la vanguardia lanzaron proyectiles de iluminación y aceleraron fuera del camino de los cruceros, como era el plan pre establecido.

Naganami de la clase Yugumo

Entre los japoneses Takanami fue el primero en advertir la presencia de los barcos americanos. Más o menos al mismo momento que Fletcher pedía permiso para torpedearlo. Advirtió al resto de su flotilla, y lanzó sus torpedos. Pero poco más que esto pudo hacer. Dada su posición avanzada fue el blanco de todos los cruceros y acribillado. Todos los torpedos americanos fallaron. Esto puede ser por que fueron lanzados en un ángulo subóptimo o por las deficiencias técnicas que plagaban a los torpedos americanos al principio de la guerra.

Tanaka por su parte reacciono rápido. Retrocedió, interpuso una cortina de humo. Todos los japoneses comenzaron maniobras evasivas, esquivando los torpedos americanos, pero particularmente, lanzaron sus propios torpedos.

Torpedo tipo 93 Sanso gyorai (酸素魚雷). Conocido después de la guerra como «lanza larga»

Y acá interviene un poco los prejuicios. Para occidente en general los japoneses eran inferiores. Podían imitar más o menos las armas occidentales pero no crear algo superior. Así lo pensaba la mayoría, y así le habían informado a Wright. Y si Wright pensaba que los torpedos americanos no llegaban, mucho menos iban a llegar los torpedos japoneses que eran seguramente inferiores. Por lo que Wright, pese a haber ordenado un ataque con torpedos hacía minutos, no consideró que los japoneses pudiesen hacer lo mismo.

El torpedo japonés si era superior al americano. Muy, muy superior. Cualquiera que juegue World of Warships lo sabe. Pero Wright no. Su columna de cruceros siguió navegando en línea recta a la misma velocidad y la venganza de Tanaka llegaba.

Minneapolis

A las 23:27 Minneapolis fue alcanzado por dos torpedos. Uno voló el combustible de aviación a proa y el otro rompió 3 de las 4 calderas. La proa casi fue arrancada y quedo colgando 70º para abajo. Se perdió también la propulsión y el timón.

23:28 New Orleans es alcanzado en la proa y le detonan las municiones de la torreta de proa. Toda la proa es arracada de cuajo. que se hunde a estribor del barco. Todo el personal en las torretas 1 y 2 muere. Timón y comunicación se pierden también.

Pensacola que venía tercero en la línea vio que sus compañeros habían sido alcanzados y se abrió un poco para pasarlos. Un pensaría que ver que a los dos cruceros adelante tuyo acaban de arrancarles 40 metros de proa es una advertencia suficiente, pero no para el capitán del Pensacola que volvió al mismo curso original. A las 23:39 inevitablemente recibió un torpedo. Este pegó bajo el mástil principal. Inundando todo el barco con combustible ardiente, y arrancando un eje. El barco quedo sin energía, comunicaciones y timón, además de 13º inclinado.

Detrás del Pensacola, cuarto en la línea, venía el Honolulu. Este capitán comprendió la situación y el peligro de los torpedos tomó maniobras evasivas y pudo escapar de los «Sanso Gyorai».

Finalmente en Quinto lugar en la línea venía el Northampton. Como el Honolulu, esquivó a los cruceros dañados por estribor, pero no siguió con maniobras evasivas sino que volvió a su curso. Y, como ya adivinan, a las 23:48 recibió 2 torpedos. Uno golpeó debajo de la línea de flotación al lado de la sala de máquinas de popa y el segundo un poco más atrás. Tres de los cuartos de máquinas se inundaron, y tres de los ejes quedaron fuera de servicio. Más aún el barco se prendió fuego.

Finalmente atrás venían los 2 destructores sumados a último momento. Al carecer de radar no pudieron encontrar a los barcos japoneses, por lo que se aproximaron a los cruceros pero desde el New Orleans le dispararon con ametralladoras, por lo que se retiraron. Los destructores de vanguardia, a su ves dieron, la vuelta alrededor de la isla de Savo, por lo que cuando pudieron unirse, la batalla había terminado.

Tanaka por su parte había ordenado retirarse a las 23:44. Dejó dos barcos para asistir al Takanami, pero cuando detectaron que todavía había un crucero intacto tuvieron que retirarse.

Epilogo

New Orleans

La emboscada había salido muy mal. Los japoneses habían perdido un destructor, pero la flotilla de cruceros americanos había sido vapuleada. Northampton no pudo contener los incendios y la inundación y fue abandonado pasada las 1 am. Se hundió hacia las 3 am. Minneapolis, New Orleans, y Pensacola tuvieron más suerte. Heroicos esfuerzos por parte de los equipos de control de daños lograron contener increíblemente las inundaciones y pudieron embarrancar los barcos en la isla de Tulagi que estaba cerca. Los barcos no estaban hundidos «per se». Pero los daños eran horripilantes. Minneapolis había perdido la proa. New Orleans había sido cortado limpiamente delante de la torreta 2. Pensacola tenía dos boquetes gigantescos en el costado. Se habían perdido 417 vidas. Esos 3 cruceros serían sacados de la guerra por un año. Tendrían que ser reconstruidos.

Daño al Pensacola

La flotilla de Tanaka también había sufrido bajas. La perdida del Takanami dejo 211 muertos . Pero dada la situación: sorprendidos por un enemigo ampliamente superior, con mejor tecnología y con los barcos propios no realmente del todo preparados para el combate, las bajas habían sido mínimas. Sin embargo claramente la situación en Guadalcanal era insostenible. El ejercito Japonés debería retirarse. Tanaka siguió haciendo corridas con el «Tokio Express» pero para diciembre ya no fue posible. Sería herido en el último viaje. Su tenacidad, competencia y habilidad serían ampliamente alabada por sus enemigos, pero no por sus mandos. Para estos él era culpable de algo, por lo que fue enviado a tierra. Primero a Singapur. Y luego a Burma. Así, uno de los mejores comandantes japoneses fue apartado de la guerra.

Daño al Northampton

Para Wright la cosa fue al revés. Si bien el había liderado una derrota vergonzosa, la US Navy no fue particularmente dura con él. De hecho le dieron una condecoración por valentía. La culpa de la derrota fue atribuida a Cole, el comandante de los destructores, por disparar los torpedos desde muy lejos y por no haber ayudado a los cruceros. Quizás el trato suave se debió a que Wright había reclamado que hundieron 2 cruceros y 7 destructores inicialmente, aunque luego redujo esto a 4 destructores hundidos. Tanaka también calculó exageradamente los daños. Este calculó hundir 2 cruceros y 1 acorazado. En defensa de Tanaka, literalmente le había arrancado la proa a 2 barcos, era lógico pensar que se hundiesen.

En palabras del contraalmirante Samuel Eliot Morison «»Es una verdad dolorosa que la batalla de Tassafaronga fue una dura derrota infligida a una fuerza de cruceros alerta y superior por una fuerza de destructores inferior y parcialmente sorprendida». Sin embargo USA aprendería de los errores en esta y las otras batallas de Guadalcanal. De ahora en más los destructores deberían entrar en combate apenas detectasen al enemigo. También influyó en otras batallas donde los cruceros no dispararon hasta que los torpedos llegasen al blanco.

Esta informacion pertenece al blog https://reportedebatalla.wordpress.com/ y fue publicada por el camarada Argentino Talleyrandsud.