Los primeros serán los últimos (III)
Como es sabido el tratado de Versailles fue especialmente duro con los perdedores, las consecuencias que tuvo que afrontar Alemania fueron terribles con mas que notables perdidas de territorio y unas sanciones económicas de tal magnitud que tardarían lustros en ser satisfechas.
Pero si Alemania sufrió un castigo sin precedentes a Austro-Hungria directamente es que la desmembraron, como es de imaginar los dos principales pilares sobre los que se sustentaba la monarquia dual fueron los mas castigados, en concreto Hungria perdió las dos terceras partes de su territorio y quedó con su economía gravemente tocada al sufrir un bloqueo económico impuesto por los vencedores.
Aun peor, destruido el equilibrio sobre el que reposaba el poco orden y concierto que había en los Balcanes, sin que fuese sustituido por otro, se inició una época de zozobra y convulsión en toda la zona que llegaría, y seguiría , hasta la SGM. Cada uno de los cachos producto del desmembramiento se enzarzó con los otros en luchas sin fin por los limites territoriales de cada facción. En estas circunstancias nada mas acabar la guerra en Hungria se produjo un vacio de poder que fue ocupado espontáneamente por un gobierno socialdemócrata y pacifista con una autoproclamada republica, al frente del cual figuraba Mihaly Karolyi, que duró poco cediendo el poder a un nuevo gobierno aparentemente socialista pero que en realidad estaba dominado por comunistas de corte soviético bajo el liderazgo de Bela Kun.
Asi que el país tenia que lidiar con esta idilica situación, con un gobierno que no reconocían las potencias vencedoras, el país sometido a un bloqueo económico y en guerra con checos, rumanos y aunque solo fuese de facto con los serbios, por la delimitación de las líneas fronterizas.
En estas circunstancias Hungria no podía permitirse el privarse de los servicios de los monitores fluviales, ni siquiera de los mas viejos y deteriorados y en concreto el Leitha, renombrado Latja, y el Maros participaron en 1919 en las operaciones contra los checos en la lucha por las ciudades de Komarom y Esztergom ribereñas del Danubio.
Pero a pesar de algunos éxitos militares iniciales los comunistas fallaban en las negociaciones con la Entente y bien pronto se empezó a ver claro que tenían mas interés en propagar sus ideas que en recuperar los territorios perdidos por el país lo que era visto como una afrenta nacional por cada vez mas gente perdiendo rápidamente apoyo, tanto es asi que en junio de 1919 se produjo la que si no fue la primera rebelión contra comunistas poco se le faltara, en la cual tuvieron un papel protagonistas el Latja y el Maros, apenas un gesto conocido como “la revuelta de los ,monitores”, enarbolar la bandera tricolor húngara tradicional en lugar de la roja comunista, que fue rápidamente sofocado por los comunistas, pero muy significativo.
Para agosto de 1919 el gobierno comunista había caído con sus principales lideres dandose a la fuga, surgieron espontaneamente fuerzas paramilitares contrarevolunarias que se dedicaron a la represión contra comunistas y judíos autodenominándose “Ejercito nacional”, en teoría bajo el mando del almirante Horthy aunque en realidad formaban destacamentos similares a los freikorps alemanes que actuaban de forma bastante independiente. La cuestión es que para noviembre de 1919 los blancos entraron en Budapest y poco a poco fue bajando el nivel de represión y aumentando el control de estas fuerzas por parte de Horthy.
Para marzo de 1920 Horthy reinstauraba el reino de Hungria proclamándose regente del mismo.
Por fin cuando la situación se estabilizó , bajo el control de las potencias vencedoras, el Latja y su gemelo el Maros fueron adjudicados a Hungria pero solo para uso civil, por lo que despojados de su armamento, blindaje y maquinaria serian vendidos en subasta en 1921.
A partir de ahí ambos barcos se perderían en el olvido, hasta que increíblemente a finales de los 70…
El historiador naval Károly Csonkaréti descubre este monstruo y el ingeniero austriaco Friedrich Prasky lo identifica como el SMS Leitha.
Poco a poco se reconstruye el historial del monitor desde su venta en 1921, el barco fue ad un empresa de Budapest que lo había transformado en un elevador con el nombre civil de “József Lajos”, básicamente era un aparato a trasladar la grava y barro dragados a las orillas.Al subir al poder el partido comunista en 1949 la compañía fue nacionalizada con el nombre de FOKA y el Leitha renombrado como “FK.201” que siguió trabajando hasta que en 1992 la compañía se vendió a una empresa suiza.
Por increíble que parezca su propio diseño y naturaleza, un casco con un minimo calado y un centro de gravedad bajísimo, le había salvado conservando su utilidad aunque al tiempo de su redescubrimiento ya había sido declarado obsoleto e antieconomico como elevador de grava.
La evolución del SMS Leitha a lo largo de su existencia hasta 1994, año en el que se le despojó de la maquinaria elevadora.
Hace aparición András Margitay-Brecht que se hará cargo de la dirección del proyecto encaminado al rescate del Leitha, en primer lugar identificando sin lugar a dudas el barco y consiguiendo que fuese calificado como algo asi como monumento nacional sujeto a protección oficial, de hecho el Leitha pasa a ser de titularidad publica, en concreto del museo de historia militar, y distintas instituciones, algunas de ellas militares, se hacen cargo de la custodia.
Una vez conseguido esto Margitay organiza el traslado a Budapest.
Tras despojar de toda la maquinaria del elevador al Leitha la verdad es que lo que quedó original era el casco pelao, sin cabestrantes anclas o bombas de achique, y aun asi al casco le faltaba alguna que otra cosa, por ejemplo aunque conservaba las planchas de blindaje de la cubierta, las del casco habían desaparecido todas. Pero por increíble que parezca el casco, que no había sido restaurado nunca, mas bien al contrario había llevado una vida bastante dura, era completamente estanco. Es mas para el tiempo de su “redescubrimiento” el Leitha, o por mejor decir su casco, era uno de los únicamente 4 monitores que permanecían a flote y por supuesto los otros 3 habian sido restaurados. No cabe mayor tributo a la ingeniería y buena construcción Austro-Hungaras, y hay que recordar que tanto el Leitha como su gemelo fueron construidos en Budapest.
Sin embargo el apoyo institucional no incluia la parte mas costosa del proyecto del Leitha, su reconstrucción, y hubo que esperar muchos años con el casco a buen recaudo debidamente acondicionado y custodiado, hasta que se pudo acometer. No obstante durante ese tiempo se hizo acopio de documentación original de la época concerniente a los detalles técnicos tanto del buque como de las distintas partes de su equipamiento.
Tambien se tomaron decisiones concernientes tanto a la reconstrucción en si, como a su futuro emplazamiento y exhibición al publico, y probablemente la mas trascendente de estas decisiones fué la de reconstruir el barco a su estado correspondiente a su primera modernización, es decir tal y como se veria en 1887 conservando todavía la torre Coles con los dos Wahrendorf y con la adición de dos ametralladoras Palmkraz-Nordenfeld de una pulgada.
Pero al final los desvelos de Margitay-Brecht y todos sus colaboradores dieron su fruto y por fin en 2009 se pudo iniciar la reconstrucción gracias en gran parte a que mucha gente arrimó el hombro de forma altruista, se calcula que pasron cumplidamente de 2.000 el numero de horas de trabajo empleadas en el proyecto por voluntarios de distintas organizaciones y entusiastas particulares, no solo eso sino que la empresa encargada de los trabajos dada la trascendencia del proyecto accedió a facturar el importe de sus trabajos con un margen comercial muy por debajo del habitual.
El trabajo emprendido era de mucha consideración, empezando por la construcción de una replica exacta del que es el equipamiento mas notable del barco, la torreta giratoria Coles. La “torre” de mando, que mas bien habría que llamar “caseta” de mando, sobre la torreta no era giratoria, giraba solidariamente con la misma.
Curiosamente el Leitha hubo de volver a la ciudad que defendió de los checos en 1919, Komarom ya que la empresa encargada de su reconstrucción. SK-REMONT, tenia allí sus instalaciones.
Por supuesto una vez acabada la replica había que instalarla en el casco. Ademas se procedió al saneamiento en profundidad del mismo y a la restitución del casco exterior a su aspecto original reponiendo las planchas de blindaje faltantes con imitaciones mas ligeras.
Lamentablemente para la practica totalidad el equipamiento del barco perdido ha habido que conformarse con replicas, eso si muy fidedignas en el aspecto estético, no en vano parte de los voluntarios procedían de asociaciones de modelistas, y en algunos aspectos funcionales.
Tal es el caso de los montajes Palmkranz-Nordenfeld estéticamente exactos y que incluso tienen la capacidad de movimiento rotatorio y de elevación pero que no son funcionales.
O de los dos Wharendorf de los que se hicieron moldes y se fundieron dos replicas no funcionales balísticamente.
Algo parecido pasa con el aparato motor, el propio motor de vapor es una replica no funcional aunque tiene movimiento de bielas y cigüeñal.
Por fin tras mucho trabajo el Leitha aun a falta de bastantes remates, fue remolcado hasta Budapest donde a su entrada el dia 11 de agosto fue recibido con salvas de honor. Posteriormente, tal cual estaba previsto, se le situó enfrente del edificio del parlamento y el dia 20 se procedió a la inauguración del barco museo, rebautizándolo de nuevo, con botella de champan y todo, como Latja.
Posteriormente el ministro de defensa nombró al Latja buque insignia honorario de la flotilla del Danubio húngara que es como decir de la marina del país.
Ahí está, tó engalanado y mas bonito que un San Luis, el recién terminado, aunque a falta de los últimos retoques, Latja entrando en Budapest. Si os fijais bien vereis el cabo de remolque…
Excuso deciros la solemnidad con que los húngaros llevaron a cabo el acto, reflejo de la importancia que conceden a todo este asunto en Hungria, por supuesto acudieron diversas asociaciones, no solo húngaras también austriacas y no faltó gente con uniformes de la Kuk.
Incluso una asociación dedicada a mantener viva la memoria del San Esteban, el gemelo del Viribus Unitis, que la hay, le hizo obsequio al Latja de una replica exacta de la bandera de combate de dicho acorazado.
Asi que ya sabeis, si algún dia os pasais por Budapest no seria mala idea echar una mañana visitando al viejo combatiente que ahí sigue, con su nombre original a popa coronado por la corona de los Habsburgo y envuelto en el pabellón al que sirvió y lo mismo todavía sirve.
